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Patrimonio minero

El municipio de Udías conserva un rico patrimonio minero repartido en dos sectores: la mina de San Bartolomé en el pueblo de Canales y un gran complejo minero industrial localizado en el sector oriental del municipio.

El museo Histórico Minero de Madrid dedica una vitrina a la provincia zincífera de Cantabria por su abundancia única en España, en ella sobresalen las minas de Áliva, Reocin y Udías con sus ejemplares de hidrocincita y hemimorfita cristalizados.

La mina de San Bartolomé

En la zona occidental del municipio se halla la explotación a cielo abierto conocida como la mina de San Bartolomé (en el pueblo de Canales). En esta mina fueron hallados objetos y monedas de época romana que acreditan la presencia romana en el valle. Durante el Bajo Imperio Romano el valle de Udías se convirtió en un importante centro minero. Para el transporte y comercialización del mineral se habrían utilizado los puertos de Comillas, San Vicente (Portus Verasueca), Ruiseñada o Suances (Portus Blendium). Las fuentes documentales avalan esta hipótesis al constatar la existencia de un antiguo camino o calzada de origen romano que comunicaría esta mina de San Bartolomé con una calzada principal de la región, la que unía Julióbriga y Pisoraca con el puerto de Suances.

Las minas de El Ángel y Dolores 

En los zanjones que rodean la cueva de La Buenita se encuentran estas dos minas que fueron las primeras minas en ser explotadas por la Real Compañía Asturiana de Minas. En concreto de la afamada mina Dolores se extrajo hemimorfita, hidrocincita, esfarelita (blenda) y smithsonita.

Complejo Industrial minero ("La Mina")

El complejo se localiza en la zona oriental del municipio, en el que existen restos de instalaciones pertenecientes a un importante complejo minero industrial cuya actividad se desarrolló en una primera fase desde el año 1855 hasta el 1932 de manera ininterrumpida, y posteriormente fue reactivado aunque durante un breve periodo de 10 años, desde mediados de los 50 hasta mediados de los 60 del siglo XX.

En el conjunto se observa una importante división organizativa que se corresponde con la organización del trabajo industrial, formada por un área de extracción, en el que destaca la mina Sel del Haya y el Pozo Peñamonteros; un área de trabajo, en el que se localiza un conjunto de instalaciones destinadas a tal fin y que se conoce como Casas de la Mina; y un último espacio ocupado por el cableado aéreo, que permitía transportar el mineral desde Udías hasta el embarcadero de Ontoria, en Cabezón de la Sal, que enlazaba con el complejo Reocín-Torres.

La actividad minera se organizó de tal modo que desde los dos puntos principales de extracción, el Pozo Peñamonteros y la mina Sel del Haya (o mina Hermosa), partía una vía ferroviaria de 3 kilómetros por la circulaba un tren minero con vagonetas cargadas de mineral que llegaba hasta el área de trabajo.

Actualmente, son visibles los restos de traviesas en algunos tramos de esta vía ferroviaria para la cual fue necesaria abrir dos túneles en roca viva.

A finales del siglo XIX, este complejo industrial llegó a tener más de 500 trabajadores, un indicador del alcance y la repercusión que tuvo esta actividad minera en la economía del municipio de Udías y en sus habitantes.