De todas las cavidades y simas que existen en Udías sobresale la cueva El Rescaño.
La boca de entrada se localiza cerca del pueblo de Rodezas, para acceder desde este punto hay que salvar un descenso pronunciado para lo que es necesario equipo de espeleología, existen también otras dos entradas a través del Pozo Peñamonteros y a través de las galerías mineras del Sel del Haya. Su salida se encuentra en el pueblo de Novales (Alfoz de Lloredo).
La cavidad fue descubierta en 1912 por un capataz de la Real Compañía Asturiana de Minas llamado R. Lecuna pero no fue explorada por especialistas hasta la década de los 70. Fue entonces cuando un grupo cántabro de espeleología (el grupo S.E.S.S.) editó un monográfico sobre el macizo kárstico de Udías en el año 1983. Las exploraciones han destacado el gran desarrollo que presenta esta cavidad, la abundancia de flores de yeso de tamaño espectacular y también sus amplias galerías. Las noticias publicadas por los espeleólogos nos hablan de una cueva de gran amplitud. Algunos llegaron a marcar en el interior de la cueva un paseo subterráneo con bicicleta de montaña, reportaje que fue publicado en junio de 1992 por la revista BTT.
El Rescaño fue incluida en el Catálogo de Grandes Cavidades de Cantabria. Los primeros estudios indicaron que la longitud de la cavidad era de 13,5 km pero las sucesivas investigaciones descubrieron nuevas salas y galerías, concluyendo que el desarrollo de la cueva era muy superior al establecido en un primer momento. Actualmente, el Catálogo de Grandes Cavidades ha fijado el desarrollo de la cueva en 15 km de galerías naturales pero, posiblemente, futuras exploraciones hagan necesario la revisión de esta cifra.
Dentro de la cueva nos sorprenden impresionantes coladas con una variada gama de colores, encontramos también un cañón activo con unos techos que sobrepasan los 30 m de altura generando unas galerías de gran tamaño.