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Historia del municipio

Historia del municipio

En la época del imperio romano pasaba por este municipio uno de los caminos secundarios de la calzada romana que finalizaba en el puerto de Suances (portus Blendium), esta variante del camino terminaba en el puerto de Comillas. Se cree que en estos puertos se cargaban los minerales extraídos de las explotaciones de plomo tanto de Udias como de Comillas, esta teoría se refuerza con el hallazgo de evidencias arqueológicas que confirman la existencia de estas explotaciones en ambos municipios.

Existe documentación sobre la donación en el año 943 de San Román y San Pedro de Toporias al monasterio de Santa Juliana de Santillana del Mar, esta abadía controlaba parte del centro del litoral cántabro, en aquella época, este área paso a conocerse como Asturias de Santillana.

Cuando las instituciones laicas afianzaron su poder, estos territorios fueron integrados en la Merindad Mayor de Castilla. Los dominios y derechos de esta zona pasaron tras la muerte de su madre, Leonor de la Vega, a manos de Íñigo López de Mendoza al que el rey de Castilla Juan II concedió el titulo de Marques de Santillana.

Durante la Edad Media, integrado en el valle del Alfoz de Lloredo, Udías fue un concejo formado por los barrios de La Hayuela, Canales, Cobijón, El Llano, Pumalverde, Rodezas, Valóbriga (actual Valoria) y La Virgen.

La oposición al señorío de los Mendoza provocó que, siguiendo el ejemplo del valle de Carriedo, se iniciase un pleito que finalizó en 1581 y que devolvió el control de la zona a la corona así como el reconocimiento para poder elegir sus oficiales judiciales. En 1630 el rey Felipe IV creo la provincia de los Nueve Valles integrada en el Corregimiento de las Cuatro Villas de la Costa de la Mar y Trasmiera, esta se considera la base de la provincia de Cantabria articulada en 1778 reinando Carlos III.

En 1822 se dividió el valle de Alfoz de Lloredo en los ayuntamientos de Comillas, Novales, Ruiloba y Udías. En 1835 Udías fue agregado a Ruiloba y no sería hasta 1880 cuando se conformó como ayuntamiento independiente.

En 1882 el Rey Don Alfonso XII visitó el valle de Udías. Enlace al documento de la visita.

Historia minera

ÉPOCA ROMANA

El primer registro que se tiene de la explotación minera del territorio de Udías es la que realizaron los romanos. de estas minas extrajeron una abundante y variada gama de minerales que se emplearon para el sostenimiento del imperio. Se han hallado vestigios de esta actividad como restos de entibaciones, lucernas, azadas e incluso una moneda de Antonio Pio datada entre los años 140-160 d.c.

Los romanos extraían principalmente hierro para la producción armamentística del imperio, calamina para la obtención de latón y también con fines curativos y blenda de la que extraían plomo que era el mineral mas abundante de estas explotaciones.

Se considera que estas explotaciones tenían un peso suficientemente importante como para que se trazase una ruta secundaria a la calzada que llegaba hasta el puerto de Suances, este camino aparece citado en un documento del antiguo monasterio medieval de Toporias. También se cree que conducían los minerales desde Udías hasta la Rabia donde fue encontrado un pequeño tesoro de denarios, monedas de plata y un áureo que hace pensar que desde este punto eran embarcadas.

ÉPOCA MEDIEVAL

Durante este periodo el valle de Udías fue sometido el régimen señorial y la explotación feudal que basaba su economía en la agricultura y la ganadería. Las distintas familias nobiliarias abandonaron la explotación de las minas ya que el valor del plomo y la calamina cayó durante esta época.

LOS SIGLOS XIX y XX

La gran demanda europea de plomo y cinc reanudó y expandió durante este siglo la actividad de las minas del valle. Linnée Terreillon realizó los principales trabajos de reconocimiento de los minerales y, tras la reapertura de la mina de San Bartolomé en el barrio de Canales, se descubrieron otros focos de explotación localizados en la zona oriental del municipio, abriéndose las minas Juana, Teresa y El Ángel, en las proximidades de Toporias, la productividad de estas últimas acabó relegando de la explotación minera a las minas de San Bartolomé.

A mediados del siglo XIX Chauviteau, empresario con fuerte interés en el negocio del cinc, fundó una compañía con sede en París y se adueñó de las minas de Udías. Durante esta época se recuperó y acondicionó el camino que llevaba al puerto de Comillas.

En 1885 la Real Compañía Asturiana con sede en Bélgica se adueño de las explotaciones y del patrimonio minero del municipio. Es desde este momento y hasta 1932 cuando la minería en Udías entra en una fase de mayor expansión y complejidad. Se crearon nuevas vías de transporte, entre otras se abrió una linea ferroviaria entre el Pozo Madroño y la zona de lavadero y tratamiento del mineral, se construyó también una zona de enlace con cable aéreo que llevaba el mineral ya preparado hasta la estación ferroviaria de Ontoria donde el Ferrocarril del Cantábrico la transportaba hasta los embarcaderos de Hinojedo.

Durante este periodo se construyó un espacio conocido como Casas de la Mina, un espacio donde se situaba la zona de tratamiento del mineral con los lavaderos, los almacenes y un conjunto de edificios para su uso, bien en las labores mineras como cocheras, talleres, oficinas… O bien para dar servicio a los trabajadores como viviendas, tanto obreras como para ingenieros, un hospital, un economato… Podemos encontrarnos también con varios polvorines que se encuentran dispersos y que hoy en día aún ofrecen refugio a los ganaderos cuando el mal tiempo los sorprende vigilando sus rebaños.

Desde finales del siglo XIX y hasta el primer tercio del siglo XX los principales puntos de extracción fueron El Pozo del Madroño o pozo Peñamonteros, el yacimiento del Pilurgo y dos minas ubicadas en el Sel del Haya, la bocamina de estas conecta interiormente con la mina de Novales con un recorrido de 5 km.

Con motivo de la crisis y depresión general de los años 30 la mina cerró, fueron años muy duros para el municipio, intensificado por la guerra y posguerra civil, ya que sus vecinos se vieron obligados a pedir pan y limosna acompañados unicamente por un saco que llevaban al hombro, esto les hizo ganarse el apodo de «los del sacu» y Udías pasó a conocerse como «la tierra del sacu».

No fue hasta 1955 cuando la mina reanudó su actividad y volvió a dar trabajo a los vecinos. Se abrieron nuevos pozos, se entibaron y descubrieron galerías y se buscaron nuevos yacimientos de Blenda. Pero solo una década más tarde en 1965 se volvieron a cerrar todas las bocaminas, a pesar de su buen rendimiento, esto acabó definitivamente con la historia minera de Udías.

El hecho de que el conjunto minero de Udías haya experimentado las dos modalidades principales de explotación minera, tanto minería a cielo abierto como subterránea (mucho más sofisticada), hace que adquiera un gran valor significativo.

Los minerales que se extrajeron durante este periodo eran principalmente de los que se podía obtener cinc como ya hicieran los romanos anteriormente. Se extrajo Blenda, Calamina, Hemimorfita e Hidrocincita. Se extrajeron piezas de estos minerales de extraordinaria belleza de las que la Real Compañía Asturiana de Minas poseía una gran colección que ahora a pasado a manos privadas.